martes, 15 de mayo de 2007

Manual de uso [Vol.II]




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A veces me pongo mi vestido de lunares para sentirme una princesa. A veces me cuelgo encima de todos los sueños y salgo a pasear bajo la luna. A veces los lunares se convierten en sueños, y logro tocarlos con los dedos. A veces, solo a veces, porque todos sabemos que solo lo que ocurre a veces, puede llegar a ser especial. Todo lo demás se vuelve rutina, y no hace ruido al caminar sobre las baldosas, y el silencio se acaba convirtiendo en soledad...

Ayer me compré un vestido naranja. Porque he comprendido que la monotonía no está en el mundo, sino en la manera en la que vemos el mundo… lo que me mantiene en mi perenne postura de que odio las afirmaciones categóricas. “que subir es bueno y bajar es malo” es algo tan relativo como que lo posible no puede volverse imposible y viceversa...

Tengo un sueño. y solo tú sabes por qué. El resto solo podría intuirlo, y quizás intentar acertar[lo].

4 comentarios:

eFe dijo...

ultimamente pinto mi vida de lunares

y me gusta

Anónimo dijo...

porque no te cuelgas de mi pestaña
y aprendemos a contar lunares verdes.

Pepet dijo...

ahora que se que tu anterior texto iva por mi lo entiendo muxo mejor y me veo totalmente identificado.

porque ya no siento pero sigue doliendo. en ocasiones el arma mas punzante que pueda empuñar no me ara el menor rasguño y sin embargo en otras el mas infimo de los detalles puede llevarme a lo mas ondo. una conversacion de un minuto y tres segundos a sido suficiente para acerme agaxar la cabeza...

Pepet dijo...

yo tambien tengo un sueño, sueño con poder conocerte algun dia y agradecerte en persona todo lo que significas y as exo por mi.

no necesitas sentirte princes, lo eres.

un abrazo