miércoles, 5 de marzo de 2008

Congel[hada]


Y hoy el temporal azotaba fuertemente mis cristales, mientras los rayos daban luz a la mañana y las nubes rugían cansadas de tanto peso. La ciudad ha amanecido de un blanco deslumbrante y ya se veían los primeros pájaros jugando entre las nubes de algodón que caían de los árboles al suelo. El alfeizar de mi ventana mostraba una capa de casi 6 cm. de nata montada, y lo único que ardía de calor casi fuego era mi mirada viendo como ese manto de azúcar glass se llevaba todo por delante. El termómetro que se ve desde mi cama tiritaba de frió más allá de los grados bajo cero y en la radio oía de fondo que mi ciudad amanecía a 0 grados, ni frío ni calor. He dudado por un instante si levantarme o no. Enrollada en ese gran edredón acolchado que siempre me hace sentir en una nube.

Recuerdo que este diciembre eche más de menos que nunca la nieve en Navidad, pero supongo que encontrarla al otro lado del mundo, donde los termómetros dudosos no sabían ofrecerme temperatura en grados centígrados era mucho pedir. Tampoco habría sabido medir en millas el espesor de su manto. Fahrenheit me parecía una medida imposible. Y pensé que debía haberme esmerado más en aprender este tipo de lecciones en el colegio. Siempre he tenido cosas más interesantes o importantes en la cabeza supongo. Pero la realidad es que no tengo ni idea cuantos grados Fahrenheit marcan mis dudas.

De repente algo ha chocado de bruces contra mi ventana, un trozo de hielo lanzado con furia desde el cielo, me ha desconcentrado de golpe, y yo he sonreído recordando la historia de los tres cerditos (eso si que es sabiduría y no tanto conocimiento sobre los grados Fahrenheit…). Sacando la lengua con gesto burlón hacia ese nubarrón helado que quería derrumbar mi ventana, le he recordado que mi casa es de ladrillo y que por mucho que sople no iba a conseguir nada. Muchos lobos cargados de furia, lo habían intentado ya desde el principio de los tiempos. He de confesar que no ha dejado de intentarlo mientras desayunaba…

Pues eso, que hoy está nevando. Y me siento con más ganas que nunca de todo.

Este texto va para Jose por las cosas que me ha regalado estos días aún sin saberlo. Gracias por cosas que ni te imaginas. [Sñor. Jose lea usted el primer comentario]

12 comentarios:

Wendy dijo...

Que uno empieza a ser especial cuando otro realmente cree que lo es. LLevas cuatro años llenandome de luz. Quizas deba regalarte un reloj sin agujas. que marque solo los latidos y las sonrisas que consigues robarme cuando tengo el mundo patas arriba.

Gracias Jose.

Lib dijo...

Me gusta tu manera de redactar (:

Bonitas entradas.

Anónimo dijo...

Y todavía sigues dejandome perplejo cada vez que el frío te alcanza los pies.

Unknown dijo...

Y como me gustaría ke nevase.
Pero akí tan solo hace frío.
La nieve se ausenta siempre.
Y si viene muy de tiempo en tiempo da lugar a grandes fiestas.
Olvídate de Fahrenheit y sigue midiendo en Celsius.
Tu publi es preciosa.

Un besiño muy grande.

Olga.

Pepet dijo...

todo lo que tocas queda impregnado de tu magia y nada se me antoja mas placentero que leer un exo del dia a dia narrado con tu maestria

seguro que para quien va ese primer comentario el mejor regalo que le a dado la vida es que tu estes en ella, igual que para el resto de gente que te contamos entre nusetros seres mas queridos

un abrazo princesa

Anónimo dijo...

Solo pasa una o dos veces al año, pero cuando todo se vuelve blanco y parece que las cosas van a desaparecer cubiertas por varios metros de nieve, me da por pensar. Me doy cuenta ,por ejemplo, de algo que para mucha gente no es evidente: Seguimos con vida, cada segundo que pasa el corazón bombea sangre a traves de nuestras venas, cada nuevo día (por muy dificil que sea afrontarlo) es un regalo, como también lo es saber que alguien siente que posees algo especial, a pesar de que todo lo que te rodea te diga lo contrario.

Anónimo dijo...

.Cada día lo haces mejor.

.Todo.

Nur dijo...

Jope, pues aquí hace muuuchoo frío, pero ni un copo de nieve; en los pueblos del norte sí que ha debido caer bien, así que a nosotros aquí sólo nos llega el aire helado, ése que te corta la cara, y que como te dé muy fuerte muy fuerte y de frente,te deja sin respiración (por lo menos a mi).
Me alegro que se te contagiara algo del post, es que tenía muchas ganas de volver a la normalidad.
Un abrazo.
Nur.

Anónimo dijo...

nieve no caera en Terrassa.. pero el hombre del tiempo ha anunciado un posible concierto de cheeto's magazine jajaja

cuidate

Sashka dijo...

Y yo, mirando como nevaba, con la nariz pegada a la ventana

dudando de si las brumas que aturdian mi visión era mi propio aliento en el cristal o si tal vez era tu ausencia en un día blanco y brillante...

muaks!

eFe dijo...

lo del cambio climático es cada vez más asombroso



pero la magia de la nieve la llevas tú dentro

Cabello. dijo...

Pss,psst, señorita, soy Tanque,le he hecho caso y he vuelto a dar vida a mi blog con una nueva publicación.
Le invito a que se pase por allí y me de su opinión. ¿Que es de su vida?, le escribí un correo hace mucho no se si le llegó para contarle las últimas novedades en mi existencia.
Un beso muy grande.