
Ese eres tú, señorito. Una vela más en el pastel que este año será especial, porque estarás más rodeado que nunca, y no solo por la cantidad de gente que se ha volcado en esto de tu cumpleaños, sino porque cada día somos menos dos, para ser más uno… [Quizás ahora entiendas el porque no me gustan las cosas pares].
Porque desde que llegaste a mi vida como un huracán desordenándolo todo, he empezado a encontrar orden en nuestro desorden, porque siempre me gustaron las cosas espontáneas, como tu sonrisa leyendo esta carta. Y si, me he prometido no hablarte raro, ni en clave de sol. Porque aunque cumplas 22 y seas un poco más sabio que el año pasado, todavía no estás diplomado honoris causa en todas mis rarezas. Y eso me gusta. Sorprenderte, [sorprenderme mientras te descubro re-descubriendome] y que tu me sonrías, como si fuese lo más bonito que tienes en la vida. Una de esas cosas que de pequeño hubieras escondido debajo de la almohada por temor a perderlo [me]. Y me haces sentir como una de esas cosas importantes que esconderías en una caja de zapatos debajo de la cama, que solo tiene el valor, que tú quieres darle. Como mi colección de envoltorios de Crunch.
Y esto es todo, no se me ocurre mucho más que decirte en un día como hoy, solo espero, que haya sido especial, que te hayas sentido, por lo menos, tan genial como me haces sentirme a mi contigo. Y que no me gustan las cosas pares, desde que me demostraste entre susurros al oído, y pestañeos, que eres Único, y que nunca voy a encontrar, por vueltas que quiera dar al mundo. Algo que se te parezca por lo menos un poquito. Y que ojala me dieran créditos de libre elección por cualquiera de las destrezas que desarrollo cuando estoy contigo, pero creo que todavía ser experta en caricias, en la contabilidad de tus pecas o en comer galletas de chocolate sin utilizar las manos, mientras me mancho la nariz, no están homologados como estudios de post- grado. Y la verdad es que es una verdadera pena. Que Te quiero mi payaso! Felicidades!